lunes, 21 de diciembre de 2009

Los diez "mandamientos"



Un gran número de periodistas, bloggers, usuarios y creadores en Internet han mostrado su oposición frente a la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet.
Algo que resulta obvio, ya que se han visto restringidos los derechos fundamentales de los que se es capaz de disfrutar navegando por la red. El contenido del manifiesto elaborado por los sujetos desfavorecidos ante la inclusión del Anteproyecto es el siguiente (se puede ver en el blog de
Enrique Dans):
1. Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
2. La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
3. La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
4. La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
5. Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
6. Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
7. Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
8. Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
9. Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
10. En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.
Resulta esperanzador conocer la postura que han mantenido importantes influyentes en el gremio, como puede ser el mismo Enrique Dans. Todos los implicados deberíamos expresar de alguna manera nuestra disconformidad con el Anteproyecto, defender nuestros derechos y llevar a cabo algún tipo de medida práctica.
¿Por qué anteponer los derechos del autor a los derechos del ciudadano?

miércoles, 9 de diciembre de 2009

La “importancia” de los sucesos


En plena crisis económica y con el objetivo lucrativo de ganar telespectadores, las cadenas televisivas apuestan cada vez más por otorgar a los sucesos una importancia que no se corresponde con la realidad.
Según un estudio elaborado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, y como publica hoy mismo el diario
Público los sucesos no es que ocupen más espacio en los telediarios, sino que están ganado posiciones para llegar a ser la llamada parte noble de los informativos, es decir, aquella fracción del noticiario que ocupa los primeros minutos del mismo.
Según explica
Javier Mayoral, profesor de Periodismo, la crisis económica está jugando un papel principal para que se de este aumento de la importancia para los sucesos. "Se buscan multitud de historias que no son especialmente importantes, porque si lo fueran serían directos u otro tipo de piezas", explica el doctor.
Sorprendente es, sin duda, el dato que alude al incremento de testimonios intrascendentes que se genera en detrimento de las fuentes informativas, siendo común la intrusión de declaraciones por parte de sujetos que nada tienen que ver con el acontecimiento a tratar.
Personalmente he de manifestar la vergüenza que supone, para un futuro periodista, saber que los criterios de selección de acontecimientos, que forman parte de los telediarios, se ven sujetos a intereses lucrativos que tienen que ver con la ganancia en índices de audiencia, en lugar de ceñirse al interés informativo propio.
Todo necio confunde valor y precio.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

PERIODISMO DE PRECISIÓN



Según José Luis Dader en su libro: “Periodismo de precisión”: la vía socioinformática de descubrir noticias, el periodismo de precisión sería la información periodística que, sobre cualquier asunto de trascendencia social, aplica o analiza sistemáticamente métodos empíricos de investigación científica, de carácter numérico o no numérico, con especial inclinación al campo de las ciencias sociales. En dicha actividad el énfasis corresponderá a la validez y fiabilidad del método de análisis, por encima de la mayor o menor espectacularidad de los resultados.
Esta definición debería estar presente en cada uno de los profesionales de la información. Es muy común en nuestra sociedad la elaboración de algunas noticias con carácter puramente sensacionalista que, independientemente de la responsabilidad de su autoría, no dudan en informar sobre algunos aspectos que no han sido contrastados previamente y que pueden arruinar la vida de determinadas personas.
Para subrayar lo anteriormente mencionado me remito a un caso actual sobre la muerte de una pequeña de tres años de edad en Tenerife. Diversos medios, siguiendo la información facilitada por las agencias de noticias, no dudaron en señalar como culpable del crimen al novio de la madre de la fallecida. Tras la comprobación de los hechos se ha confirmado que el presunto asesino era inocente, pero la vida del implicado no volverá a ser la misma después de la catalogación que de él han realizado los más influyentes medios de comunicación.
Si la elaboración del trabajo periodístico se hubiera sometido a un tratamiento de precisión el resultado de la noticia no hubiera sido el mismo y el presunto homicida no debería sufrir el acoso mediático que le persigue.
Finalmente periódicos como
El País se han retractado de sus publicaciones y han pedido disculpas a la familia del implicado, lo que no supone ninguna solución al error profesional cometido en el suceso.
Porque en los futuros trabajos periodísticos la información publicada sea fiable, veraz, contrastada y porque el método empleado sea el del periodismo de precisión. Roguemos al señor!!