lunes, 1 de febrero de 2010

The New York Times


The New York Times ha anunciado su intención de cobrar por la visión de sus contenidos en la red. Este anuncio no es el primero que realiza una empresa de comunicación, ya que el diario español El País lo llevó a cabo en el año 2002, pese a que tres años después tuvo que rectificar sobre su medida adoptada.
El pago supondría el acceso a contenidos denominados premium, es decir, informaciones de mayor calidad a la del resto de la publicada por el medio.
Este anuncio, realizado por The New York Times, desata en mí dos puntos de vista que considero oportuno exponer desde este rincón periodista:
Por una parte, cobrar por el acceso a contenidos de información supone un golpe contra las democracias más sólidas, ya que, por ejemplo, las clases más pudientes podrían disfrutar de una información inalcanzable para otro tipo de personajes. Dotar de valor económico a la información denegaría el acceso a la misma para aquellos individuos más desfavorecidos.
Por otra parte, los contenidos que formarían parte de los denominados premium, deberían mostrar una clara diferencia con respecto a aquellos de acceso libre. Es aquí donde juega un papel fundamental el buen periodismo, aquel que contrasta fuentes y que apuesta por una información veraz, periodismo de precisión que se impondría en el estatus designado a cada una de las vertientes existentes en el mundo de la comunicación.

Personalmente considero lastimoso el hecho de tener que poner un precio a la buena información, en lugar de apostar por auténticos y verdaderos profesionales de la comunicación en la plantilla de los medios.

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